fuego-wss

Por Leo

La primera serie de ashtanga yoga trabaja sobre el sistema digestivo. Hay muchas posturas de flexiones hacia adelante, extensiones y torsiones que, en conjunto con los bandhas, ayudan a fortalecer nuestro fuego digestivo. A la mañana temprano, el estómago está (o debería estar) vacío, lo cual te brinda myor comodidad para practicar. Pero lo más interesante es que, siguiendo la medicina ayurveda, el fuego digestivo se enciende al mismo tiempo que el sol está saliendo. Es decir, un proceso progresivo, que sigue el ritmo de la naturaleza, más conocido como ritmo circadeano. Ir fortaleciendo ese fuego o Agni (en sánscrito), ayuda a tener una salud más fuerte. No solo digerimos alimentos, sino emociones y pensamientos. Si nuestro Agni no funciona correctamente, como dice la Dra. Cármen Frigerio, “hasta el alimento más nutritivo carecerá de efecto sobre la fisiología, pues no podrá ser asimilado por el organismo”. “¿O sea que si practico a la tarde se va a debilitar mi sistema digestivo?” Para nada. No estamos hablando de fórmulas matemáticas, ni de procedimientos rígidos que se tienen que cumplir para sentirnos bien. Si practicamos a la mañana temprano, nuestro cuerpo y todo el entorno está más tranquilo, todavía no hemos encendido las luces. Es un hábito que lleva tiempo construir. “Ay pero a mí me cuesta levantarme temprano”. ¡No digas! ¡A todes! Se puede incorporar el hábito, y otras veces no. Quizás entras muy temprano a trabajar y no llegas con la hora. Pero no importa. Lo importante es que puedas pensar la práctica como un hábito saludable que puede ayudarte a observar tus otros hábitos, principalmente, aquellos que cuestan digerir y que te caen pesados.

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