Por Angie
A veces algunos ajustes puede abrirnos a un gran mundo de sensaciones. Esa delgada línea que recorremos intentando mantener la calma, la mente enfocada y la respiración equilibrada. Realmente es una experiencia “emocionante”.Me gusta, cuando alguien me ayuda a llegar a esos lugares.
En las primeras prácticas que hice con Matthew Vollmer experimenté por primera vez guía durante esos ajustes intensos. Fue hermoso vivir en carne propia mi capacidad para sostenerme lo más calma posible en un momento en el que sentía que todo se me escapaba de control, mi control.
Con los años, la práctica se fue profundizando y los desafíos también. Algunas posturas en las que realmente la preparación es como para dar un salto al vacío (¡en verdad a veces siento exactamente esa sensación!) en mi mente racional sé que al final voy a sobrevivir a la experiencia, pero una parte de mi siente a flor de piel que el salto al vacío está por suceder en breves y que la caída será en picada.
Cuando pienso en eso después de la práctica me resulta muy interesante este entrenamiento para el día a día. Diariamente, tengo la oportunidad de poner en práctica este mecanismo de auto control y observación a través de la respiración, de calma preparación para hacer algo que sé que no va a ser fácil, que me da miedo, que me desequilibra, pero una situación en la que tengo mucho para aprender.
Con los años las emociones se apaciguan y tengo cada vez más posibilidades de percibirme en ese aquí y ahora.
Los días que lo logro es increíble ver como se mueven mis emociones y como debajo de eso la cosa no es tan terrible, hay calma y suavidad.
También, es un excelente entrenamiento para aceptar que muchas veces no lo logro, y en esos días puedo percibir como la emoción se apodera de todo mi ser, puedo observar como la realidad se desdibuja, como mi cuerpo recibe una información de dolor aunque casi siempre ese dolor es más el terror que me da sentir dolor. Me doy cuenta que me cuesta distinguir que es lo que realmente siento. Esos días son excelentes también.Cuando la práctica empaña nuestra vida es fácil observar esa línea que une de forma profunda nuestra experiencia sobre el mat y fuera de él.
Gracias a cada maestr@ que me ayudó a transitar esa gran experiencia de soltar, confiar y observarme.